El comienzo de un año o una estación es un buen momento para revisar tu sistema de inversión energética.
Revisa tus hábitos, suelta lo que ya no tenga sentido en esta etapa de tu vida, porque es una fuga de energía.
Ordena tu casa, dale a cada cosa su lugar, y si tienes que reubicar algo, hazlo. Ordenar espacios, estancias y armarios, nos ayuda a actualizar la energía del hogar, y que no se quede estancada.
Ordena tu mente. Realiza una lista de tus actividades y ordénalas por prioridad, tiempo y energía que le pones a cada una. Reorganiza las prioridades y la energía acorde al momento actual, es una forma de abrir camino.
Revisa tus relaciones, desde las más efímeras o superficiales a las más vinculantes. Observa qué sustenta esas relaciones, cuánto tiempo y cuánta energía le pones a cada una. Reajusta las prioridades en tiempo y forma; ayudará a que tu círculo sea más acorde a tu momento de vida.
Es importante observar y revisar las diferentes áreas de nuestra vida, de vez en cuando. Hacernos conscientes de en qué y cúanta energía invertimos en las diferentes áreas. De este modo, podemos hacer los reajustes necesarios, aportando coherencia y fluidez al momento actual.