A veces, hay personas que me piden una limpieza energética, porque alguien les dice que tiene síntomas, o porque algún familiar ya lo ha tratado, pero esa energía persiste.
Por lo general, son las abuelas las que tratan este tema, así que lo primero, agradecerles su gran labor y el empeño con el que cuidan de sus seres queridos.
El mal de ojo es la acumulación de energía negativa, de una vibración lo suficientemente baja, como para causar trastornos en nuestro campo energético y nuestro bienestar físico. Normalmente está asociado a un agente externo concreto que lanza esta energía sobre un agente receptor. Lo primero que se suele decir: alguien te ha echado mal de ojo. Y lo segundo: busca alguien que te lo quite.
Sin embargo, no siempre es así. Unas veces sí, alguien "te mira mal" y te echa encima un "cubo de basura energética", que suele ser fruto de sus propias frustraciones. Esto se puede hacer tanto de forma consciente, como inconsciente. A veces, nuestras propias emociones negativas nos superan, y las canalizamos hacia afuera en forma de "cañonazos energéticos" hacia una persona o situación.
Otras veces, son estados o episodios en los que el campo energético de la persona está muy debilitado, y por tanto, es muy accesible a la energía negativa de los ambientes. En este caso, la persona va recogiendo energía negativa por inercia.
Lo más común es sentir cansancio, ansiedad, dolor de cabeza, o problemas para dormir. Cuando los síntomas o los efectos son más graves o de índole diferente, ya pasamos a considerar que se trata de otro tipo de energía, de vibraciones aún más bajas.
También hay personas que parece que tienen tendencia, o que son propensas, a tener mal de ojo, algunas ni pueden hacer vida normal. A estas personas hay analizarlas muy a fondo, tanto a su campo energético como a la persona en sí, porque además de tener su campo energético muy dañado, suele haber una predisposición inconsciente a mantener esa situación. En estos casos, habrá que trabajar desde diferente planos energéticos y averiguar las causas, para poder empezar un trabajo energético profundo, que la persona logre darle la vuelta a la situación.
De este modo, se podrá restaurar y fortalecer su campo energético, a la vez que la persona es consciente de todo el trabajo que está haciendo, y será más fácil mantenerlo en el tiempo. La parte positiva para estas personas es que, aunque el trabajo energético y el intervalo de tiempo para recuperarse sea mayor, logran ser conscientes de todo el proceso, conocen su campo energético a fondo y aprenden a gestionarlo de una forma saludable.